Apenas 21 años. Fue al hospital, la canalizaron y lo que sucedió con su brazo nadie sop…vermas

Tan solo 21 años tiene: fue a la clínica, la canalizaron y lo que ocurrió con su brazo dejó a todos impactados
Lo que debía ser una simple consulta médica terminó en una experiencia dolorosa, frustrante y preocupante para Camila R., una joven de tan solo 21 años que acudió a una clínica privada por un malestar general. Lo que vino después ha encendido las alarmas sobre el estado del sistema de salud y la negligencia médica.
Camila se presentó en el centro asistencial acompañada de su madre. Presentaba fiebre, fatiga y dolor de cabeza, por lo que el personal médico decidió canalizarla para administrarle suero y medicamentos. Hasta ahí, todo parecía normal. Sin embargo, a los pocos minutos de haber recibido la canalización, su brazo comenzó a hincharse de forma alarmante.
“Sentía un ardor horrible. Pensé que era algo pasajero, pero al ver cómo mi brazo se ponía morado y se inflamaba cada vez más, supe que algo no estaba bien”, relató la joven desde su casa, aún con el brazo vendado y visiblemente afectado.
Su madre exigió la atención inmediata de otro profesional, pero según denuncian, no hubo respuesta oportuna. Pasaron más de 40 minutos hasta que un médico acudió a revisar la zona afectada. El diagnóstico fue claro: la aguja de canalización no estaba bien colocada y el medicamento se había infiltrado en los tejidos blandos, provocando una fuerte inflamación e incluso riesgo de necrosis si no se actuaba con rapidez.
“Nos dijeron que era una reacción común, pero cuando buscamos una segunda opinión, nos dijeron que eso fue negligencia. Si no hubiéramos insistido, el daño habría sido irreversible”, denunció la madre con impotencia.
Actualmente, Camila se encuentra en tratamiento con antibióticos, antiinflamatorios y bajo supervisión médica para evitar complicaciones mayores. Aunque se está recuperando, podría enfrentar secuelas a largo plazo. El caso ha comenzado a circular en redes sociales, donde muchas personas se solidarizan con ella y comparten experiencias similares en centros de salud.
La clínica en cuestión emitió un escueto comunicado donde señalan que “se están haciendo las investigaciones internas correspondientes” y que “lamentan el malestar causado a la paciente”. Sin embargo, la familia de Camila evalúa presentar una denuncia formal por mala praxis médica.
“Uno confía en los médicos para que te cuiden, no para que te causen más daño. Mi hija entró por un simple cuadro viral y salió con el brazo lastimado. Eso no es justo”, expresó su padre.
El caso de Camila no solo es un llamado de atención sobre la importancia del profesionalismo en el sector salud, sino también sobre la necesidad de que los pacientes exijan sus derechos y no guarden silencio ante situaciones irregulares.
Camila, a pesar del dolor, decidió contar su historia públicamente para que nadie más tenga que pasar por lo mismo. “No quiero que otra persona, por miedo o por vergüenza, se quede callada. Si algo está mal, hay que decirlo”, dijo con firmeza.