DESCUBRE PORQUÉ EL ORÉGANO ES LA HIERBA MÁS PODEROSA
Sabías que el aceite de orégano ha sido investigado y resulta ser uno de los más potentes y efectivos antibióticos conocidos por el hombre. Es un remedio muy natural y seguro.
Este aceite es efectivo contra hongos, parásitos y virus y puede ser utilizado tanto externa como internamente. Lo bueno de este aceite, es que no posee efecto secundarios negativos para la salud.
Su ingrediente activo es el carvacrol, el cual ha resultado ser un antiséptico muy potente. Aún en cantidades muy pequeñas, ayuda a eliminar una gran variedad de patógenos que no crean esa inmunidad como
sucede con medicamentos farmacéuticos.
Además el aceite de oréganos ayuda a eliminar posibles efectos secundarios y da esa posibilidad de crear mutaciones virulentas en bacterias y hongos.
El aceite de orégano se encuentra certificado como base para un producto comestible, libre de pesticidas, herbicidas o químicos ratifícales de cualquier tipo.
LA OXIDACIÓN DEL ACEITE DE ORÉGANO
El aceite de orégano posee cuatro grupos principales de químicos que contribuye a su potente poder curativo. Entre los compenentes podemos mencionar: fenoles, como carvacrol y thymol, que actúan como antisépticos y antioxidantes. Mientras que los terpenos, que son pineno y terpineno, contienen componentes propiedades antisépticas, antivirales y anestésicas.
El aceite de orégano puede ser utilizado tanto interna como externamente, como lo mencionamos en párrafos anteriores, esto se debe a que los vapores pueden ser inhalados para combatir molestias de pulmón y tos. Este aceite se tienen que mantener alejado de los ojos y membranas mucosas, así como áreas de la piel que sean muy sensibles.
PROPIEDADES Y USO DEL ACEITE DE ORÉGANO
Es importante que tengas presente que el aceite de orégano puede eliminar cualquier tipo de germen, por lo que es ideal en eso de los siguientes casos:
AYUDA AL SISTEMA INMUNOLÓGICO
El aceite de orégano es un importante estimulante del sistema inmunológico, ya que ayuda a fortalecerlo. Solo debes utilizarlo de 1 a 3 gotas tres veces al día para supercargar el sistema inmunológico y mantener una buena salud.
EL ACEITE DE ORÉGANO UN BUEN ANTIINFLAMATORIO Y ANALGÉSICO/ANESTÉSICO
El aceite de orégano es el mejor acompañante de un atleta debido a su acción antiiflamatoria y anestésica. Solo debes aplicarlo externamente, lo que ayuda a que penetre en los tejidos y al hacer esto, brindará alivio y acelerará en la curación.
Este reducirá el dolor de golpes, esguinces, calambres y otras heridas similares. Pero si sufres de artritis este medicamento es ideal. Solo debes añadirlo de 3 a 5 gotas de aceite de orégano. Solo debes evitar que entre en contacto con ojos, membranas mucosas y diversas áreas de la piel.
ANTI PARASITARIO
Los piojos y la sarna son parásitos que son adversarios para el aceite de orégano, ya que posee potentes propiedades antiparasitarias. Solo debes añadir unas cuantas gotas a la cantidad de champo utilizada y lavar el cabello y cuero cabelludo. Trata de aplicarlo después de cada lavado en la área afectada y añada un gotero entero en su detergente para desinfectar la ropa.
DIENTES Y ENCÍAS
Solo debes proporcionar un efectivo alivio a dolor de dientes matando las bacterias que lo causan. Solo debes aplicar el aceite directamente al diente infectado. Pero con cualquier problema de encía solo debes aplicar el aceite de orégano en la encía con el dedo limpio o poniendo una gota en el cepillo dental antes de lavarte los dientes, es un tratamiento regular que incrementa la higiene bucal.
¡DEBES TENER EN CUANTA QUE..!
El aceite de orégano es un potente antibiótico y fungicida. Cuando elimina cualquier patógeno, sueltan toxinas en el torrente sanguíneo, las cuales hacen que se sientan un poco fatigado o con síntomas como resfriado o casos de irritación.
Esta es una señal que el cuerpo se está desintoxicando, el cual se conoce como una crisis curativa o reacción de Herxheimer. Esta incomodidad se puede evitar bebiendo de 8 a 12 vasos de agua pura de manantial lo cual puede ayudar a purgar las toxinas de la sangre.
Lo importante es que escuches a tu cuerpo, ya que es el mejor juez ante cualquier afección.