Conoce un poco más de ti: el test viral que revela tus virtudes y defectos por cómo agarras la taza
Estas pruebas se han convertido en las favoritas de los usuarios en internet. Los test visuales siguen dando que hablar en redes sociales. Es ahora o nunca para ti. Evita dejar pasar el momento y forma parte de las personas que se animaron a pasar por este desafío. Conoce tus virtudes y defectos más profundos de este reto viral cuanto antes. La prueba de personalidad termina cuando respondas cómo es que sostienes una taza y descubras su significado al final de la nota. ¿Te atreves?
Nuestros hábitos suelen ser un claro reflejo de algunas de nuestras peculiaridades mentales. Por ello, gestos como el de sostener una taza pueden revelar mucho sobre la forma de ser de las personas. En este caso, el siguiente test visual psicológico mostrará tus mayores virtudes y defectos según la opción que elijas en la imagen.
Te recordamos que el análisis del comportamiento va más allá de su nombre, y es que los gestos que repetimos una y otra vez demuestran también los rasgos del carácter más profundos. Por ejemplo, puedes aproximarte a saber qué tipo de persona se sienta frente a ti, prestando atención solo a cómo coge una taza o un vaso.
SOLUCIÓN DEL TEST
OPCIÓN 1
Eres un líder nato: confías en ti mismo, en tus fuerzas y siempre sabes exactamente lo que quieres de la vida. Y solo quieres lo mejor. Te sientes muy bien cuando tú llevas la gestión, sabes tomar decisiones en situaciones de emergencia y ordenar a las personas de manera efectiva.
Al mismo tiempo, gozas de un corazón bondadoso y puedes encontrar fácilmente un lenguaje común con casi cualquier persona, mientras que tus compañeros de trabajo y numerosos amigos, por regla general, te adoran y siempre se esfuerzan por comunicarse contigo.
La desventaja más importante es que pecas de cierto narcisismo y, a veces, de una excesiva seguridad en ti mismo, que puede convertirse en arrogancia y generarte problemas. Trata de vigilar esta peculiaridad de tu carácter y mantenerla bajo control para protegerte de problemas innecesarios.
OPCIÓN 2
Eres un excelente jugador en equipo: un gran oyente con una empatía desarrollada, puedes empatizar con sinceridad en una comunicación personal y ser el alma para cualquier compañía. Gracias a tu flexibilidad y franqueza, encuentras fácilmente un lenguaje común con tus compañeros de trabajo y sintonizas con la onda del equipo, mientras que la capacidad de conseguir tus metas y perseverancia natos estimulan en gran medida tu productividad.
Te adaptas fácilmente a los cambios y condiciones diferentes y, a menudo, resultas ser la persona más alegre del grupo de amigos gracias a tu buen sentido del humor.Tu problema parte de uno de tus propios méritos: como jugador de equipo, a veces, no puedes lucir solo ni demostrar tu valía a título individual. Te nutres de la energía del equipo, pero no siempre puedes producirla cuando estás a solas contigo mismo.
OPCIÓN 3
Eres la verdadera encarnación de la calma y la prudencia. Cuesta sacarte de tus casillas gracias a una mente fría, que te permite no desperdiciar tus emociones en vano y salir victorioso incluso de las situaciones más difíciles y atascadas.
No toleras las injusticias, siempre estás dispuesto a defender a la persona más débil e injustamente ofendida. Dentro de ti, por supuesto, como cualquier persona normal, a veces, habita una gran variedad de emociones, pero leerlas en tu rostro se antoja casi imposible.
Esta frialdad también puede conducir a tu aislamiento. Al mirar a tu rostro impasible, las personas temen preocuparte o molestarte con algo, incluso si quieren mostrarte su apoyo o animarte. Debes ser más abierto y no tener miedo de mostrar tus emociones.
OPCIÓN 4
Eres una persona extremadamente cautelosa y reflexiva. Prefieres meditar de antemano y con cuidado, tanto tus palabras como tus acciones, al objeto de no tener que pagar las consecuencias más tarde. En situaciones difíciles, siempre te guías por la lógica y en los asuntos del amor, escuchas a la razón en vez de a tu corazón. No toleras la soledad y prefieres estar rodeado de gente.
Parte de tu debilidad se sustenta en el hecho de que, a veces, bajo la presión de las emociones y el temor a no cometer un error, tu precaución razonable se convierte en una aprehensión poco saludable que te impide pensar objetivamente y te priva de muchas alegrías y oportunidades prometedoras. Confiar en los argumentos y los hechos es bueno, pero al menos, de vez en cuando, permítete escuchar y seguir la voz de tu intuición.
OPCIÓN 5
Eres todo vulnerabilidad e impresionabilidad. Percibes con sensibilidad a los demás y no toleras una actitud superficial hacia ti mismo. Tus amigos serán solo aquellas personas que han sido capaces de ver en ti a tu niño interior y lo aceptan con todas sus rarezas y peculiaridades, así como también te regalan su atención ilimitada a cambio de tu lealtad y afecto. Realmente necesitas ternura y cuidado y no te gusta asumir las responsabilidades de otras personas.
Te resulta vitalmente necesario tener a una persona amorosa que sea capaz de protegerte de las dificultades de la vida. Por contra, esa sensibilidad a veces te hace demasiado infantil. Si no trabajas sobre tu personalidad desarrollando tu autosuficiencia y una mente más estable, corres el riesgo de convertirte en un caprichoso insoportable y, al mismo tiempo, una persona muy dependiente de los demás, casi imposible de tolerar por muchos.
OPCIÓN 6
Eres aficionado a lograr la máxima comodidad. No estás acostumbrado a preocuparte en vano, siempre te encuentras en el modo “ahorro de energía” y nunca prestas atención a los problemas menores. Tu tranquilidad no es el resultado de una concentración dolorosa, sino un estilo de vida. Al mismo tiempo, no eres una persona complicada y nunca te negarás a participar en una aventura divertida, por lo que muchas personas pueden considerarte un aventurero.
Siempre tienes energía y, a diferencia de muchos, no sufres de la fatiga crónica ni de la impotencia, por lo que también eres un ejemplo a seguir como persona verdaderamente independiente. El único peligro que te espera es el hábito de no reflexionar nada con antelación. No se trata de calcular cada paso que quieres, condenándote así al sufrimiento. Pero en situaciones complicadas y enredadas de la vida, es mejor tratar de prever posibles salidas y movimientos.