La víctima fue identificada como José Luis García, un estudiante de apenas 7 años, reconocido en su entorno por su actitud alegre y su naturaleza sociable. El menor cursaba la educación básica en un centro escolar local.

El incidente tuvo lugar recientemente dentro de las instalaciones del plantel educativo donde estudiaba el niño. Durante una dinámica escolar, el menor accidentalmente aspiró una semilla de mamoncillo, lo que le provocó una asfixia repentina.

 

 

Según informes iniciales, José Luis se encontraba en plena participación de una actividad recreativa organizada por la institución educativa cuando ocurrió el accidente.

Pese a la rápida intervención del personal y el traslado inmediato al Hospital Nacional de Ilobasco, los médicos confirmaron que el niño llegó sin signos vitales, debido a la falta prolongada de oxígeno.

La inesperada muerte del menor ha causado consternación en la comunidad escolar y entre los habitantes del municipio, quienes lamentan profundamente la pérdida.

El caso ha encendido la alarma sobre la necesidad de implementar estrictos protocolos de seguridad alimentaria y primeros auxilios en entornos escolares, especialmente durante eventos donde se manipulen alimentos con riesgo de asfixia.

Este lamentable suceso ha impulsado a docentes, padres de familia y autoridades locales a reflexionar sobre la urgencia de reforzar las medidas preventivas en centros educativos, a fin de evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse.