Hubo intercambio genético entre Neandertales y Humanos durante 7.000 años, según estudios recientes.
Hace miles de años, los neandertales (Homo neanderthalensis) y los humanos modernos (Homo sapiens) compartieron no solo territorios, sino también genes. Los neandertales, una especie humana robusta y adaptada a climas fríos, habitaron Europa y partes de Asia occidental antes de desaparecer hace aproximadamente 40,000 años.
Por su parte, los humanos modernos, originarios de África, comenzaron a expandirse por Eurasia hace unos 50,000 años. Durante este periodo de coexistencia, ambas especies se cruzaron, dando lugar a un intercambio genético que duró alrededor de 7,000 años.
Estudios recientes, publicados en revistas científicas como Nature, han arrojado nueva luz sobre este fascinante capítulo de la evolución humana, revelando cómo este mestizaje ha dejado una huella genética en las poblaciones euroasiáticas actuales.
Rastrear el ADN neandertal en humanos modernos
El principal objetivo de los investigadores era entender cuándo, cómo y por qué ocurrió el intercambio genético entre neandertales y humanos modernos. Para ello, se propusieron identificar y analizar fragmentos de ADN neandertal en genomas antiguos y modernos.
Además, buscaban determinar si estos genes aportaron ventajas adaptativas a los humanos modernos, como una mayor resistencia a enfermedades o adaptaciones climáticas. Este enfoque permitiría reconstruir la historia de la interacción entre ambas especies y comprender mejor su impacto en nuestra evolución.
El ADN antiguo como ventana al pasado
Para lograr sus objetivos, los científicos analizaron el ADN de 59 restos humanos antiguos, con edades que oscilan entre 45,000 y 2,200 años, junto con genomas de 275 individuos modernos de diversas poblaciones euroasiáticas. Utilizando técnicas avanzadas de secuenciación genómica, identificaron segmentos de ADN neandertal en estos genomas, conocidos como «introgresiones».
Estos fragmentos genéticos son el resultado del mestizaje entre ambas especies. Además, compararon estos datos con genomas de neandertales previamente secuenciados, como los de Vindija (Croacia), Altai (Siberia) y Chagyrskaya (Rusia), para rastrear el origen de los genes neandertales.
Un intercambio genético prolongado
Los resultados del estudio revelaron que el intercambio genético entre neandertales y humanos modernos no fue un evento aislado, sino un proceso que se extendió durante aproximadamente 7,000 años, comenzando hace unos 50,500 años y finalizando alrededor de 43,500 años atrás. Este mestizaje dejó una marca genética en las poblaciones euroasiáticas actuales, quienes portan entre el 1% y el 2% de ADN neandertal.
Uno de los hallazgos más interesantes fue que los primeros humanos modernos en Europa, como los individuos de Zlatý kůň (República Checa) y Bacho Kiro (Bulgaria), presentaban una mayor proporción de ADN neandertal que las poblaciones modernas. Esto sugiere que algunos de estos genes se perdieron con el tiempo debido a la selección natural.
Además, se observó que los asiáticos orientales tienen una mayor proporción de ADN neandertal que los europeos, lo que podría deberse a migraciones posteriores que llevaron estos genes hacia el este.
El legado genético de los neandertales
El intercambio genético entre neandertales y humanos modernos no fue solo un evento histórico, sino que tuvo consecuencias prácticas para nuestra especie. Algunos genes neandertales proporcionaron ventajas adaptativas a los humanos modernos, como una mayor resistencia a patógenos y adaptaciones climáticas. Por ejemplo, ciertos genes relacionados con la inmunidad y la pigmentación de la piel podrían haber ayudado a los humanos modernos a sobrevivir en nuevos entornos.
Sin embargo, no todos los genes neandertales fueron beneficiosos. Algunos segmentos genéticos, conocidos como «desiertos de neandertal», fueron eliminados rápidamente por selección natural, lo que sugiere que podrían haber sido perjudiciales para los humanos modernos. Estos hallazgos subrayan la complejidad de la evolución humana y cómo la interacción con otras especies ha moldeado nuestra biología.
En conclusión
Los recientes estudios sobre el intercambio genético entre neandertales y humanos modernos han transformado nuestra comprensión de la evolución humana. Gracias a los avances en la genómica, ahora sabemos que este proceso duró aproximadamente 7,000 años y dejó una huella genética que aún perdura en las poblaciones euroasiáticas.
Estos hallazgos no solo resaltan la importancia de la interacción entre especies humanas, sino que también plantean nuevas preguntas: ¿Qué otros genes neandertales influyen en nuestra biología? ¿Cómo afectaron estos genes a la supervivencia y adaptación de los humanos modernos?