Mi abuela siempre pone un clavo en la cebolla. Cuando descubrí por qué, me sorprendí, ya que nunca había visto algo así antes

Mi abuela siempre pone un clavo en la cebolla. Cuando descubrí por qué, me sorprendí, ya que nunca había visto algo así antes

Los clavos no son la especia más popular en la cocina, pero tienen propiedades sorprendentes si se utilizan de la forma adecuada.

A menudo se añaden a adobos o bebidas calientes, como el vino caliente, para darles aroma.
Pero en realidad, sus posibilidades son mucho más amplias.
En invierno, cuando las hierbas frescas no son tan fáciles de conseguir, se utiliza un truco sencillo: el clavo en la cebolla. Esto significa que se insertan los clavos en las cebollas peladas.
Normalmente se utilizan 5-6 dientes para que liberen su aroma.
Esta cebolla no solo se pone en el caldo, sino que también se utiliza para freír o cocinar otros platos.

Se puede añadir a una cazuela con carne, verduras o incluso asar junto con la carne en el horno. Los clavos de olor realzan el sabor, dándole profundidad y un toque picante.
Este método es popular entre los chefs de todo el mundo, porque incluso los platos más sencillos se vuelven aromáticos e interesantes con clavos de olor.
Pruebe a añadir clavos de olor a las cebollas en sopas, guisos o salsas: notará cómo un plato común adquiere nuevos sabores.

No es solo una tradición, sino también una forma de ver la cocina desde un ángulo diferente.