Otro pelotero se suma a la triste lista en derrumbe del Jet Set

Otro pelotero se suma a la triste lista en derrumbe del Jet Set

Noticias País | Santo Domingo, República Dominicana — El béisbol dominicano amaneció de luto tras confirmarse el fallecimiento de Tony Blanco, exjugador de Grandes Ligas y figura destacada en el béisbol japonés, quien perdió la vida a los 43 años como consecuencia del derrumbe del techo en la discoteca Jet Set, ocurrido la madrugada de este martes en la capital.

Blanco, oriundo de San Juan de la Maguana, se encontraba entre los asistentes al evento cuando colapsó la estructura del emblemático centro nocturno, uno de los más concurridos de la ciudad.

Otro pelotero se suma a la triste lista en derrumbe del Jet Set

Aunque fue rescatado con vida, sufrió heridas de gravedad y no logró sobrevivir, según confirmaron fuentes cercanas a su familia.

Su partida ha dejado una honda tristeza en el deporte dominicano y entre fanáticos que aún no asimilan su repentina ausencia.

Con una carrera que abarcó la MLB y la NPB, Blanco se ganó el respeto internacional por su poder ofensivo y su consistencia en el terreno de juego.

Otro pelotero se suma a la triste lista en derrumbe del Jet Set

Jugó con los Nacionales de Washington y brilló en Japón con equipos como los Dragones de Chunichi, donde conectó más de 160 cuadrangulares, dejando una huella imborrable en cada uniforme que vistió.

Desde sus días juveniles fue conocido por su entrega silenciosa, su capacidad para inspirar desde el ejemplo y su vínculo inquebrantable con sus raíces.

En su natal San Juan, organizaba encuentros deportivos, entregaba útiles escolares y mantenía una presencia constante en actividades sociales. Su legado trasciende el béisbol y queda grabado en la memoria de quienes lo vieron crecer como atleta y como ser humano.

La tragedia también se llevó a otro gigante del deporte: Octavio Dotel, leyenda del montículo, ícono del bullpen dominicano y uno de los lanzadores más respetados del béisbol internacional.

Dotel, de 50 años, se encontraba en el lugar del siniestro y fue confirmado entre las víctimas fatales del colapso, una noticia que ha paralizado el corazón de la fanaticada deportiva nacional.

Dotel debutó en las Grandes Ligas en 1999 con los Mets de Nueva York y su carrera se extendió a lo largo de 15 temporadas, en las que jugó para 13 equipos, incluyendo los Astros de Houston, Atléticos de Oakland y los Cardenales de San Luis, con quienes ganó la Serie Mundial en 2011.

Acumuló más de 1,100 ponches, 109 salvamentos y una efectividad sostenida que lo consolidó como uno de los relevistas más confiables de su generación.

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En 2013 formó parte del histórico equipo dominicano que ganó invicto el Clásico Mundial de Béisbol, convirtiéndose en un símbolo de orgullo nacional. Más allá de sus logros en el terreno, Dotel fue mentor, líder de vestuario y filántropo comprometido con el desarrollo deportivo de la juventud dominicana.

Desde hoy, el país llora la pérdida de dos hombres que no solo lo dieron todo por el béisbol, sino que también representaron con dignidad, esfuerzo y disciplina a la República Dominicana en escenarios internacionales. Ambos compartieron más que una pasión por el juego; compartieron el respeto de sus colegas, la admiración de sus comunidades y el cariño de una nación entera.

Las autoridades continúan con las labores de búsqueda en la discoteca Jet Set, mientras los homenajes póstumos a Tony Blanco y Octavio Dotel comienzan a multiplicarse en estadios, academias y espacios deportivos de todo el país.