Si eres de esas personas que se despiertan en mitad de la noche para ir al baño, tomar un trago de agua o incluso revisar la casa, es importante que prestes atención a ciertos riesgos asociados a este hábito. Aunque pueda parecer inofensivo, levantarse de repente estando en un estado de sueño profundo puede tener graves consecuencias para tu salud.
El peligro de levantarse de repente en mitad de la noche
Es habitual que, al despertarnos en plena noche, nos apresuremos a llevar a cabo la acción que nos hizo interrumpir nuestro sueño. Sin embargo, pocas personas saben que levantarse de repente puede afectar a la circulación sanguínea y, en casos extremos, desencadenar consecuencias fatales.
El problema es que, durante el sueño, el cerebro recibe un flujo sanguíneo reducido, lo que lo deja en un estado de relativa “anemia”. Al levantarse de forma brusca, el cuerpo no tiene tiempo suficiente para ajustar la presión arterial, lo que puede provocar mareos, desmayos o incluso colapso cardiovascular.
Seguro que has escuchado casos de personas aparentemente sanas que de repente fallan sin una causa clara. En muchos de estos casos, el motivo podría estar relacionado con un cambio brusco de postura al despertar durante la noche.
Cómo levantarse de forma segura por la noche
Para evitar estos riesgos, existe una sencilla regla de tres pasos que permite al cuerpo adaptarse adecuadamente al cambio de posición y reducir el impacto en el sistema circulatorio. Esta técnica se basa en realizar una transición gradual antes de ponerse de pie:
Despertarse sin moverse de inmediato: Al abrir los ojos, recostarse en la cama durante aproximadamente un minuto y medio. Esto permitirá que el cerebro comience a activarse sin forzar un cambio brusco en la circulación sanguínea.
Levántate lentamente: Después del primer paso, siéntate en la cama y permanece en esta posición durante otro minuto y medio. Esto le da tiempo al cuerpo a igualar la presión y evitar mareos.
Poner los pies en el suelo: Por último, bajar las piernas y sentarse en el borde de la cama durante unos 30 segundos antes de ponerse de pie. Este último paso garantiza que el cuerpo esté listo para el movimiento sin riesgos de colapso circulatorio.
Cuida tu salud en todo momento
Si bien levantarse durante la noche es una acción habitual, hacerlo de forma incorrecta puede suponer un peligro. Siguiendo estos sencillos pasos, podrás reducir los riesgos y garantizar que tu cuerpo tenga tiempo suficiente para adaptarse al cambio de postura.
Prestar atención a estos detalles puede marcar la diferencia en tu bienestar general y evitar problemas de salud innecesarios. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y actuar con cautela, sobre todo por la noche, cuando el cuerpo se encuentra en un estado de profundo descanso.