Noticias País, Santiago, República Dominicana. Un camión cargado con fragmentos de concreto, polvo y vigas retorcidas del colapsado techo de Jet Set apareció en un solar baldío de Santiago, removiendo no solo tierra, sino también sensibilidades y preguntas sin respuesta sobre el manejo de los restos de la tragedia.
Ramón Rodríguez, responsable de equipos de una empresa contratista del proyecto del monorriel en Santiago, admitió que autorizó personalmente el traslado de esos escombros desde la capital hasta el norte del país.
“El equipo que fue a ayudar allá no conocía la zona. No sabía a qué vertedero ir y nosotros decidimos que lo trajeran aquí, donde usualmente botamos los desperdicios de la obra”, expresó con tono firme.
Aseguró que no hubo ninguna mala intención ni se trató de una operación secreta. “Fue frente a muchas personas, no nos escondimos. Solo fue un viaje, un solo camión.
No se repitió más”, enfatizó. “Yo soy el responsable y lo digo de frente. Todo está a la vista. Desde temprano estamos aquí con los guardias”, insistió mientras se encontraba en el lugar donde fueron arrojados los materiales.
El gesto, aunque aparentemente improvisado, desató una tormenta de dudas y molestias en la población, que cuestiona la legalidad y el respeto hacia el manejo de restos vinculados a un evento que ha dejado 225 víctimas confirmadas, de las cuales 221 fueron recuperadas en la zona del desastre y otras cuatro fallecieron en hospitales, según el doctor Víctor Atallah, vocero oficial del Gobierno.
Por su parte, Leonardo Reyes Madera, director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), dejó claro que ese camión no tenía autorización oficial para salir con los escombros hacia otra provincia.
“Esto no fue parte de un plan del Estado. El camión actuó de forma unilateral. Nosotros tenemos todo lo que necesitamos para el estudio técnico aquí, en Santo Domingo”, declaró en entrevista para Telesistema.
Según Reyes Madera, los vehículos utilizados en la remoción fueron en su mayoría prestados por empresas privadas y el retiro rápido fue necesario para abrir paso a los equipos de rescate.
“Había que liberar espacio para buscar sobrevivientes. Por eso se habilitó la Feria Ganadera como depósito temporal”, agregó.
El traslado a Santiago no formó parte de esa logística oficial.
Hasta el momento, ni la Fiscalía de Santiago ni el Ministerio de Obras Públicas han emitido una posición definitiva sobre este hecho.
Aunque se intentó obtener declaraciones, no hubo respuesta oficial, salvo una escueta frase de Alexis Sosa, delegado del MOPC en la provincia, quien aseguró que el tema “no está bajo su competencia”.
Este episodio ocurre mientras el país sigue de luto. El presidente Luis Abinader extendió el duelo nacional por tres días adicionales mediante el Decreto 195-25.
Las investigaciones continúan con el apoyo de expertos nacionales e internacionales, coordinados por Onesvie, en un esfuerzo por establecer las causas exactas del colapso.
Desde hoy, las autoridades deberán vigilar de cerca no solo los restos del siniestro, sino cada decisión tomada en torno a ellos.
Porque en cada bloque de cemento todavía vive el dolor de cientos de familias que siguen exigiendo respeto, justicia y verdad.
