#ULTIMAHORA Localizan el cuerpo sin vida del famoso cantante Mauro Reyes…
La noticia cayó como un rayo en la madrugada, cuando la ciudad todavía dormía y solo el murmullo lejano del tráfico acompañaba a los vecinos. Mauro Reyes, el cantante que había conquistado miles de corazones con su voz cálida y sus letras llenas de nostalgia, llevaba dos días desaparecido. Su familia había suplicado ayuda, sus fans habían llenado las redes con mensajes de esperanza… pero nadie imaginaba que el desenlace sería tan cruel.
A las 5:17 a.m., un agente que hacía su ronda habitual por la calle Libertad notó algo extraño:
un bulto negro, pesado, amarrado con cinta, oculto entre los arbustos. Al principio pensó que era basura abandonada… pero algo en su forma, en la manera en la que el plástico parecía tensado por un cuerpo rígido, le hizo detener el paso.
—Llama a forenses —dijo con la voz quebrada mientras acercaba una vara para mover ligeramente la bolsa.
Los demás oficiales se acercaron. Ninguno hablaba. La brisa fría de la mañana hacía crujir las hojas del árbol cercano, pero el silencio entre ellos era sepulcral.
Cuando confirmaron que se trataba de un cuerpo humano, el corazón del oficial Rivas dio un vuelco.
—Que no sea él, por favor… —susurró, como si el viento pudiera cambiar la realidad.
Pero cuando retiraron parcialmente el plástico… lo vieron. El tatuaje, el inconfundible tatuaje en el brazo derecho que Mauro siempre mencionaba en entrevistas, el que se había hecho en honor a su madre. No había duda. Era él.
Las noticias viajaron más rápido que la luz.
En la casa de la familia Reyes, su madre cayó de rodillas al escuchar la confirmación. Toda la esperanza que había sostenido como un milagro se desmoronó de golpe.
—Mi niño… mi Mauro… ¿por qué? —gemía, mientras sus hermanas la sostenían.
En redes sociales, miles de mensajes inundaron la pantalla: fans llorando, amigos recordando anécdotas, artistas dedicando palabras de despedida. Y en medio de todo ese dolor, surgían las preguntas que nadie sabía contestar:
¿Quién le hizo esto? ¿Por qué? ¿Cómo terminó un hombre tan querido solo, abandonado en una bolsa?
Mientras los peritos realizaban su trabajo, el oficial Rivas permaneció de pie, mirando el cuerpo cubierto. No conocía a Mauro personalmente, pero sí había sido un hombre que alegró su casa, que acompañó sus madrugadas de guardia con canciones que hablaban de amor, de lucha, de resiliencia.
—Perdón que no llegamos antes —le murmuró con un nudo en la garganta, como si el cantante pudiera escucharlo.
El sol empezaba a salir cuando levantaron la bolsa. La gente del vecindario, sorprendida por la presencia policial, salió a la calle. Nadie imaginaba que en ese bulto oscuro estaba la voz que había llenado tantas fiestas, tantas historias, tantas vidas.
Y mientras el vehículo forense se alejaba lentamente, quedó flotando en el aire una verdad dolorosa:
A veces, las estrellas que más brillan son también las que más silenciosamente sufren.
La ciudad tardará mucho tiempo en olvidar esa mañana.
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