Un trágico accidente vial conmocionó a la comunidad de Rincão, en el interior del estado de São Paulo, Brasil, cuando un bebé de 1 año y 5 meses, identificado como Rhavy Gabriel da Silva Lira, fue atropellado mientras jugaba en la acera.

El siniestro ocurrió el sábado 12 de abril y fue provocado por una adolescente de 16 años que conducía sin autorización legal un automóvil.

La menor, quien carecía de licencia de conducir, manejaba un Ford Fiesta acompañada por su tío de 54 años, propietario del vehículo. Según el informe policial, fue él quien presuntamente le facilitó el coche. En un momento de aparente pérdida de control, el vehículo invadió la acera y arrolló a tres niños que se encontraban en el lugar.

El impacto fue fatal para Rhavy, quien no logró sobrevivir a las heridas sufridas. El bebé falleció antes de llegar al hospital. Además, una niña de 10 años resultó con lesiones leves, mientras que un niño de 5 años fue trasladado a la Santa Casa de Araraquara, de donde fue dado de alta posteriormente.

 

Testigos relataron escenas de desesperación y dolor. Vecinos de la zona, al ver al pequeño atrapado bajo el vehículo, alzaron el automóvil con las manos en un intento por rescatarlo.

La madre del menor, Helen Bianca da Silva, narró con angustia que su hijo se encontraba atrapado bajo el volante y con signos evidentes de sufrimiento.

Impotentes ante la pérdida, algunos residentes incendiaron el vehículo implicado en el accidente, dejándolo en un costado de la vía del tren como expresión de protesta y frustración.

El tío de la adolescente fue detenido bajo la acusación de homicidio culposo, figura legal que se aplica cuando se permite que una persona no autorizada conduzca, asumiendo así el riesgo de causar un daño fatal. Fue llevado a la cárcel de Santa Ernestina (SP), aunque más tarde recuperó la libertad tras una audiencia de custodia.

Por su parte, la adolescente fue acusada de conducción ilegal y homicidio culposo, aunque al ser menor de edad, fue entregada a su madre. Las investigaciones continúan bajo la supervisión de las autoridades competentes.

El cuerpo de Rhavy fue velado y enterrado el domingo 13 de abril en el Cementerio Municipal de Matão (SP), en medio del dolor de familiares, amigos y vecinos que exigen justicia ante una tragedia que pudo haberse evitado.

La madre del niño expresó: “Solo quiero justicia para mi hijo. Es menor de edad, pero sabe lo que hizo.”