Científicos revelan cómo las células cancerosas «engañan» al sistema inmune para propagarse.

Científicos revelan cómo las células cancerosas «engañan» al sistema inmune para propagarse.

El sistema inmune actúa como la principal defensa del cuerpo humano contra amenazas externas, como virus, bacterias y células anormales, incluidas las cancerosas. En condiciones normales, las células inmunes, como los linfocitos T, identifican y destruyen células tumorales para prevenir su crecimiento y propagación. Sin embargo, el cáncer ha desarrollado estrategias para evadir este sistema, permitiendo que las células malignas se reproduzcan sin control.

Un reciente estudio publicado en Nature ha identificado un mecanismo inédito mediante el cual las células cancerosas logran «engañar» al sistema inmune transfiriendo mitocondrias alteradas, revelando un nivel sorprendente de complejidad en la interacción entre tumores y células inmunes.

Desentrañando el engaño del cáncer

El equipo de investigación buscaba comprender las estrategias específicas que las células cancerosas utilizan para inhibir las respuestas inmunes en su microambiente. El foco principal fue analizar el papel de las mitocondrias y su transferencia desde las células tumorales hacia los linfocitos T infiltrantes en tumores (TIL, por sus siglas en inglés). Estas células son clave en la defensa contra el cáncer, pero suelen volverse disfuncionales en el entorno tumoral.

Los científicos también querían identificar si estas interacciones afectaban la eficacia de las terapias inmunológicas actuales y cómo estas estrategias contribuyen a la progresión tumoral. Este objetivo tenía como meta última abrir puertas para nuevas estrategias terapéuticas que potencien la respuesta inmune en pacientes con cáncer.

Un enfoque interdisciplinario

Para abordar esta investigación, los científicos utilizaron una combinación de análisis clínicos, experimentos en laboratorio y modelos animales. Se emplearon técnicas avanzadas de secuenciación de ADN mitocondrial (mtDNA) para identificar mutaciones compartidas entre células tumorales y linfocitos T.

Además, se utilizaron microscopía de fluorescencia y ensayos de transferencia mitocondrial para rastrear el movimiento de estos organelos entre células. Modelos experimentales in vitro e in vivo permitieron evaluar el impacto de estas interacciones en la función inmune.

El truco mitocondrial de las células cancerosas

El estudio demostró que las células cancerosas transfieren mitocondrias alteradas con mutaciones en su ADN a los linfocitos T infiltrantes mediante nanotubos de membrana y vesículas extracelulares. Estas mitocondrias transferidas poseen moléculas inhibitorias, como USP30, que evitan la degradación mitocondrial (mitofagia) en los linfocitos T. Como resultado, los linfocitos pierden su capacidad de activar respuestas inmunes efectivas, entrando en un estado de senescencia y disfunción metabólica.

Este proceso también altera la formación de células T de memoria, esenciales para respuestas inmunes prolongadas y efectivas. En pruebas clínicas, la presencia de estas mutaciones mitocondriales se correlacionó con una menor efectividad de los inhibidores de puntos de control inmunitarios (como los anticuerpos anti-PD-1) en pacientes con melanoma y cáncer de pulmón de células no pequeñas.

 

 

Hacia terapias más efectivas

Este hallazgo abre nuevas oportunidades para el desarrollo de terapias dirigidas que interrumpan la transferencia mitocondrial o bloqueen las moléculas inhibitorias asociadas. Por ejemplo, inhibidores específicos de USP30 podrían restaurar la capacidad de los linfocitos T para combatir tumores.

Además, estos descubrimientos subrayan la importancia de personalizar las inmunoterapias según las características mitocondriales del microambiente tumoral, lo que podría mejorar significativamente las tasas de respuesta en pacientes.

En conclusión

La investigación sobre el papel de las mitocondrias en la evasión inmune del cáncer representa un avance crucial en nuestra comprensión de esta enfermedad. Este estudio no solo expone cómo las células cancerosas «engañan» al sistema inmune, sino que también allana el camino para terapias más efectivas y personalizadas. A medida que se profundiza en estos mecanismos, el futuro de la inmunoterapia contra el cáncer parece más prometedor que nunca.