La Tora revela accionar de varias figuras públicas contra Antonio Espaillat
Noticias País, Santo Domingo — Una creciente tensión legal y política se desata en torno a Antonio Espaillat, tras la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, y ahora la presión se intensifica con nuevas amenazas de demandas, señalamientos directos y cuestionamientos sobre la transparencia del proceso judicial.
Eduardo Estrella, Nelson Cruz y la familia de la exgobernadora fallecida estarían dispuestos a llevar a los tribunales al empresario Espaillat, por lo que califican como una cadena de negligencias graves.

Según trascendidos, el reconocido pelotero Nelson Cruz, hermano de la funcionaria que perdió la vida en el incidente, ha expresado su intención de llegar hasta las últimas consecuencias legales, señalando la falta de empatía y la inacción ante advertencias previas sobre el estado del establecimiento.
El abogado Tomás Castro, quien representa a los familiares de las víctimas, denunció públicamente que la participación de un jurista del entorno cercano al presidente Luis Abinader en la defensa de Espaillat genera un grave conflicto de intereses, considerando que ese abogado es parte de la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo.

En medio del escándalo, también se conoció que la familia Grullón, con vínculos en el Banco Popular, habría retirado toda su publicidad de RCC Media, medio perteneciente al mismo grupo empresarial de Jet Set.
Melva, hija de la exgobernadora y heredera de una fortuna manejada en dólares, también estaría preparando una demanda, señalando como causa la supuesta irresponsabilidad empresarial.

Las denuncias no se detienen ahí. Se ha afirmado que Eduardo Estrella, senador y figura política influyente, envió un perito para revisar los escombros de la discoteca, luego de que su único hijo fuera encontrado sin vida entre las ruinas.
Incluso se habría barajado la posibilidad de que Estrella solicitara al gobierno la desvinculación de Espaillat por su cercanía al Ejecutivo.
Las críticas se extienden al manejo mediático y político de la crisis. Diversas figuras han señalado que la estrategia de comunicación de RCC Media ha sido errática, generando desconfianza en la opinión pública y alejando a patrocinadores.

Periodistas vinculados a la cadena estarían buscando salir de sus espacios y trasladar sus programas a otros canales o emisoras, ante la posible pérdida masiva de auspicios.
Se habla incluso de que se contrataron asesores extranjeros para manejar la crisis, sin lograr contener el creciente rechazo social.
La narrativa de que se intenta encubrir o minimizar responsabilidades ha alimentado aún más la indignación de las familias afectadas, de la ciudadanía y de sectores económicos con intereses en juego.

A partir de ahora, varios empresarios y marcas han comenzado a desvincularse públicamente del grupo RCC Media y de Jet Set, para evitar verse arrastrados en el desprestigio que rodea al caso. Esta cadena de reacciones marca un punto de inflexión que podría tener consecuencias duraderas en el ámbito judicial, empresarial y político del país.