Estudio revela que las proteínas en polvo pueden contener metales pesados como plomo y cadmio.

Estudio revela que las proteínas en polvo pueden contener metales pesados como plomo y cadmio.

En los últimos años, el consumo de proteínas en polvo ha aumentado. Muchas personas las usan para ganar músculo, perder peso o mejorar su alimentación. Sin embargo, un estudio reciente del Clean Label Project , publicado el 9 de enero de 2025, encontró algo preocupante: muchas de estas proteínas contienen metales pesados ​​como plomo y cadmio , que pueden afectar la salud.

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Este hallazgo generó preocupación porque estos metales pueden causar daños en el cuerpo si se consumen en grandes cantidades. Sorprendentemente, los productos etiquetados como orgánicos no eran más seguros. De hecho, en muchos casos tenían niveles más altos de estos contaminantes.

¿Cómo se hizo el estudio?

El equipo del Clean Label Project analizó 160 productos de 70 marcas . Estas marcas representan el 83% del mercado de proteínas en polvo en Estados Unidos. Para asegurar que los resultados fueran confiables, se compraron los productos en tiendas físicas y en línea, como lo haría cualquier consumidor.

Luego, los científicos realizaron más de 35,000 pruebas para detectar la presencia de metales pesados ​​y otras sustancias dañinas, como el bisfenol A (BPA) , un químico presente en algunos plásticos que puede ser perjudicial para la salud.

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¿Qué encontraron los investigadores?

Los resultados muestran que muchas proteínas en polvo contienen niveles preocupantes de metales pesados. A continuación, se presentan los principales hallazgos:

  • Proteínas de origen vegetal: El 77% de estos productos tenían altos niveles de plomo y cadmio.
  • Proteínas orgánicas: Sorprendentemente, el 79% de las proteínas orgánicas superan los límites de seguridad para estos metales.
  • Proteínas con sabor a chocolate: El 65% de estas contienen niveles elevados de plomo y cadmio.

Además, los productos de origen vegetal contienen hasta tres veces más plomo que los de suero de leche. Por otro lado, las proteínas orgánicas tenían tres veces más plomo y el doble de cadmio en comparación con las no orgánicas.

Las proteínas con sabor a chocolate fueron las más contaminadas, con cuatro veces más plomo y hasta 110 veces más cadmio que las de vainilla.

¿Por qué están estos metales en las proteínas en polvo?

Los metales pesados ​​como el plomo y el cadmio no se agregan intencionalmente a los productos. Sin embargo, pueden terminar en ellos por varias razones:

  1. El suelo y el agua: Muchas proteínas en polvo se derivan de plantas como el arroz, la soja y los guisantes. Estas plantas pueden absorber metales pesados ​​del suelo o del agua contaminada.
  2. Fertilizantes y pesticidas: Algunos productos químicos usados ​​en la agricultura pueden contener trazas de metales pesados.
  3. Procesamiento y empaque: Durante la producción, los productos pueden entrar en contacto con materiales contaminados.

¿Por qué esto es un problema de salud?

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Los metales pesados ​​pueden acumularse en el cuerpo con el tiempo. A largo plazo, pueden causar problemas graves como:

  • Daño en el cerebro y el sistema nervioso, afectando la memoria y la concentración.
  • Problemas en los riñones y el hígado, ya que estos órganos filtran toxinas del cuerpo.
  • Fragilidad en los huesos, aumentando el riesgo de fracturas.
  • Mayor riesgo de cáncer, especialmente con la exposición prolongada a cadmio.

Por estas razones, es importante reducir la exposición a estos metales, especialmente en productos que se consumen con frecuencia.

¿Qué pueden hacer los consumidores?

Si usas proteínas en polvo, aquí hay algunos consejos para reducir los riesgos:

  1. Prefiere proteínas de suero de leche, colágeno o guisante, ya que suelen tener menos metales pesados.
  2. Evite sabores de chocolate, porque estos productos tienen niveles más altos de plomo y cadmio.
  3. Busca certificaciones de calidad , como las de NSF International, que garantizan pruebas de seguridad.
  4. Revise la lista de ingredientes y elija productos sin aditivos innecesarios.
  5. Varía tu fuente de proteínas, incluyendo alimentos naturales como huevos, pescado, carne, legumbres y frutos secos.

Conclusión

El estudio del Clean Label Project revela que muchas proteínas en polvo contienen niveles preocupantes de metales pesados. Aunque no significa que debamos dejar de consumirlas por completo, sí es importante elegir productos más seguros y de mejor calidad.

Siempre es recomendable leer las etiquetas, optar por marcas con certificaciones y, cuando sea posible, obtener proteínas de fuentes naturales. La salud es lo primero, y estar bien informado ayuda a tomar mejores decisiones.